8 consejos para afrontar tu primer trabajo

Enfrentarse a tu primer trabajo no tiene por qué ser un drama. A veces, el no tomarse su tiempo en la planificación y en la realización del servicio audiovisual, puede desembocar en un mal feedback por parte de tus clientes. ¡Pero que no cunda el pánico! En Mediatrooper te enseñamos nuestra metodología de trabajo para que tengas todo controlado en tu primer trabajo como profesional audiovisual:

1. Planificación

Es de suma importancia que tengas claro qué tipo de trabajo vas a realizar. Siempre que sea posible es recomendable que te acerques al establecimiento en el que vas a realizar tu servicio audiovisual o tengas una reunión con el cliente, ya que eso te ayudará a tener una visión más realista del entorno en el que te vas a tener que desenvolver. Además, conseguirás dar una imagen profesional de tu método de trabajo

2. Claridad

Debes dejar claro tu método de trabajo, cuánto le va a costar al cliente y los plazos que manejas de edición y/o postproducción, para que el cliente sepa cuándo va a disponer de su material audiovisual

3. Puntualidad

Debes asegurarte de que vas a llegar puntual. No suele sumar puntos cuando se hace, pero sí que resta cuando no se cumple. Intenta realizar el trayecto algún día antes, o si no, sal con tiempo de sobra. Es mejor llegar quince minutos antes que quince minutos tarde.

4. A tope de carga

¡Asegúrate de llevar baterías de sobra para tu cámara! Quedaría muy poco profesional y poco planificado si en mitad de la jornada se te apagara la cámara y dejaras el trabajo a medias

5. Sin distracciones

Para dar la mejor impresión en tu primer día de trabajo, lo mejor es que pongas el teléfono en silencio y no le dediques tiempo y prestes atención a posibles sugerencias del cliente. Ya tendrás tiempo de ponerte al día con todos los mensajes cuando acabes el trabajo

6. Acepta sugerencias

Como mencionamos en el punto anterior, debes estar atento a tu trabajo y evitar distracciones por si el cliente tiene alguna sugerencia o pregunta sobre tu trabajo. Es importante mantenerse flexible y aceptar cambios (siempre que sea posible) para que el cliente vea que cuentas con su punto de vista a la hora de la realización de la sesión fotográfica o el servicio audiovisual que estés desarrollando. Por otra parte, tampoco es bueno que aceptes todos y cada uno de sus cambios, ya que puede dar la sensación que falla tu planificación o que careces de un estilo propio. En ese caso, deberás hacer ver al cliente con educación y profesionalidad que tu opción dará mejores resultados en el producto final

7. Tómate tu tiempo

Asegúrate de que tienes suficiente material para que luego en el momento de la post-producción no lo pagues caro. ¡Más vale que sobre a que falte! 

Si ya has terminado de realizar tu trabajo, pregunta si hay algo más que puedas hacer y, sobre todo, avisa a el cliente de que tienes todo el material necesario y que ya te vas. Lo normal es que no se aprovechen de tu ofrecimiento y que, además, agradezcan tu disponibilidad

8. ¡El trabajo no ha terminado!

Ahora viene lo más bonito de nuestro trabajo, ¡la post-producción! No tengas prisa por entregar el trabajo, mientras cumplas los plazos que le prometiste al cliente no tienes por qué preocuparte en entregarlo antes de tiempo. A veces, darse prisa en la edición puede desembocar en que el cliente solicite futuras revisiones e ir desgastando la relación profesional con el cliente

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