A menudo algunos videógrafos de boda confian en el sonido de la cámara para captar la esencia sonora de la ceremonia, y no cuentan con que, a pesar de poder conectar un micrófono RODE a la DSLR, el movimiento que uno mismo realiza durante la misma afecta a las distancias con las que se perciben sonidos como la música, el discurso del oficiante, las voces de los novios o las reacciones de los invitados. Por eso, siempre es importante llevar una pequeña grabadora ambiente y ponerla lo más cerca de los novios posibles (un atril cercano, una mesa auxiliar que haya próxima al cura,…). De esta manera, las voces estarán más nítidas y podrán mezclarse mejor con el posible sonido ambiente que se tome de la cámara.